Noticias breves

© Brian J. Skerry / NG-STOCK / WWF

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LUCES Y SOMBRAS EN LAS DECISIONES DE ICCAT

Tras la celebración de la reunión en Egipto de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), mostramos una especial preocupación por las consecuencias que tendrá el retraso en tomar decisiones sobre las poblaciones de atunes tropicales. Por ejemplo, los desembarques de atún rabil han superado sistemáticamente los límites de captura en los últimos cuatro años.

Por otro lado, destacamos la reducción de las capturas de tintorera y la adopción de cuotas para la población del Atlántico sur, así como las medidas de conservación para los tiburones ballena y las mantas y rayas mobula. Otros importantes pasos han sido la mejora del seguimiento y la lucha contra la pesca ilegal, además de avances en los estándares laborales para los pescadores. Sin embargo, consideramos un fracaso que no se haya adoptado una medida sobre aletas adheridas que permitiría luchar contra la práctica prohibida del aleteo de tiburones.

© Rubén Casas
© Rubén Casas

RESERVA MARINA DE TAGOMAGO

Tras cinco meses surcando el Mediterráneo, nuestro velero internacional Blue Panda terminó en Ibiza su viaje para estudiar el área marina protegida de Tagomago. 

Esta acción se enmarca en la Misión MPA Odyssey que busca analizar a escala regional el efecto que tiene la protección marina sobre los ecosistemas. Para ello, el Blue Panda ha realizado muestreos en diferentes espacios protegidos en Croacia, Córcega, Grecia, Turquía y el norte de África. En el caso de nuestro país, el equipo científico de WWF ha realizado un estudio de la diversidad y abundancia de peces en la Reserva Marina de la Costa Noreste de Ibiza‑Tagomago, mediante censos visuales submarinos.

Con esta información pretendemos que exista un mejor y mayor conocimiento sobre el efecto real de la protección del mar. El objetivo es que estos resultados ayuden a reforzar también el compromiso para proteger el 30 % de la superficie marina para 2030 en el Mediterráneo.

© Miraprim / WWF

BAHÍA DE ALCÚDIA

RestaurAlcúdia es un proyecto pionero para restaurar los degradados humedales de la Bahía de Alcúdia (Mallorca). En este marco, los socios del proyecto, técnicos del Govern de les Illes Balears y la Federación Balear de Piragüismo, realizamos un taller de intercambio de experiencias sobre el lago del Estany des Ponts, en Mallorca. Fruto de ello, se alcanzaron acuerdos de trabajo que conseguirán que los entrenos y competiciones de los piragüistas aseguren el máximo respeto hacia los hábitats, los animales y las plantas de este nuevo espacio natural de la bahía de Alcudia que se generará gracias al trabajo de restauración del proyecto.

RestaurAlcúdia es un proyecto (2023‑2025) cofinanciado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia‑Next Generation EU; coordinado por el Ajuntament d’Alcúdia y cuenta con la participación de WWF y la Universitat de les Illes Balears.

© Brais Lorenzo

BALANCE DE INCENDIOS

Este último verano han ardido 85 000 hectáreas en nuestro país. A pesar de que el número de incendios se ha reducido, los grandes incendios forestales han aumentado un 9,5 %. Por lo tanto, aunque haya habido menos, cada vez son más agresivos. El de Tenerife es un gran ejemplo de ello, con cerca de 13 600 hectáreas quemadas, 9000 de ellas en el Parque Natural de la Corona Forestal, que cuenta con zonas de gran valor natural por la presencia de especies endémicas y amenazadas.

Los efectos negativos de la crisis climática, como la disminución de precipitaciones y olas de calor cada vez más tempranas, han alterado la temporada de incendios, ampliándose de marzo a noviembre. Todo ello, unido a la falta de gestión del paisaje, deja nuestros bosques cada vez más desprotegidos ante el fuego, por lo que continuamos luchando por una Estrategia Estatal de Prevención Integral de Incendios Forestales para crear paisajes resilientes y prevenir este tipo de catástrofes.

© WWF

ZITROLADORS

Más de 800 millones de personas pasan hambre cada día y se calcula que un tercio de los alimentos que se producen acaban en la basura. Las pérdidas y el desperdicio alimentario son un problema para la sociedad, pero también para la naturaleza. Los datos son alarmantes: anualmente despilfarramos unos 250 km cúbicos de agua, o lo que es lo mismo, el equivalente a la cantidad que el río Volga vierte al mar cada año; y emitimos 3,3 gigatoneladas de CO2 a la atmósfera, lo que supone una huella de carbono superior a la de todos los países juntos, salvo EE.UU. y China. Actuar es urgente.

Para ello, arrancamos el proyecto Zitroladors junto con la Fundació Espigoladors, a través del cual testaremos una nueva metodología de la mano de los productores para cuantificar las pérdidas de cítricos a pie de campo, analizarlas y ofrecer soluciones para minimizar su desperdicio, beneficiando tanto a los agricultores como al medio ambiente.

© Jorge Sierra / WWF

IBERCONEJO

Tras más de dos años de trabajo en el proyecto Life Iberconejo, hemos desarrollado un sistema pionero de seguimiento del conejo que permitirá obtener resultados fiables, actualizados y comparables a nivel peninsular. Combinando métodos tradicionales de seguimiento con la tecnología, podemos recopilar datos en tiempo real y analizarlos a escala ibérica, lo que nos permite identificar la evolución de las poblaciones, prevenir la aparición de daños en cultivos o establecer una alerta temprana ante brotes de enfermedades.

JUECES POR EL MEDIO AMBIENTE

La especialización de los jueces en delitos medioambientales es clave para combatir los crímenes contra la vida silvestre. En nuestro país, tanto la Fiscalía como la Guardia Civil (SEPRONA) tienen su propia especialización. Sin embargo, en el caso de los jueces no es así, lo que supone un retraso a la hora de enjuiciar este tipo de crímenes.

El uso de veneno, la caza y pesca ilegales, los métodos de captura prohibidos o el tráfico de especies suponen un grave riesgo para especies amenazadas como el lince, y en muchos casos están relacionados con el crimen organizado u otros delitos. Entre 2015 y 2020 se detectaron 4902 casos, que supusieron la muerte de 8784 animales. Sin embargo, pese a la gravedad de estos crímenes, existe una alta impunidad y en el 93 % de esos casos no fueron juzgados.