Cuenta atrás para salvar al desmán

© David Pérez

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Desconocido y cerca de la extinción: el desmán ibérico podría desaparecer en 12 años. Urge actuar. Fácil de distinguir, pero cada vez más difícil de ver: no sabemos cuántos hay y su área de distribución en España descendió casi el 70 % en solo tres décadas.

ÚNICO EN SU GÉNERO

Nocturno, esquivo y único miembro de su género (Galemys pyrenaicus), este mamífero semiacuático, rechoncho y chiquitín luce un pelaje largo y liso, castaño o grisáceo, con irisaciones y vientre claro. Ojillos de alfiler y sin orejas, casi ciego y sordo, caza y reconoce su entorno con su exclusiva trompa sensorial. Sus patas traseras tienen membranas adaptadas a la natación y son más grandes que las delanteras, que usa para excavar y sujetarse al lecho del río. Aprovecha huecos como madrigueras y no supera los 3 años.

Es un excelente bioindicador que vive en cursos de agua dulce, gargantas y pozas con aguas cristalinas, desde casi el nivel del mar hasta donde nacen ríos y arroyos. Muy dependiente de un caudal mínimo ecológico bien oxigenado y sin contaminación, es un insectívoro glotón que cada día puede atrapar el equivalente a tres cuartas partes de su peso en insectos, crustáceos, larvas y gusanos que viven en el fondo.

GRANDES AMENAZAS

Es presa frecuente de nutrias, ocasional de garzas, cigüeñas, martinetes y lucios, y cada vez más habitual de invasores voraces como el visón americano o el mapache.

Entre sus amenazas destacan la pérdida o degradación de hábitat por obras públicas que interrumpen cauces, fragmentan el hábitat, favorecen la endogamia y crean zonas sin corriente y mucha profundidad; la pérdida de vegetación ribereña que erosiona cuencas y destruye refugios y anidamientos; y las detracciones excesivas de agua con canalizaciones y tuberías que provocan lesiones y ahogamientos. Además, están la contaminación por vertidos al cauce, por plaguicidas agrícolas o por fitosanitarios de la ganadería intensiva; la pesca ilegal de salmónidos con trasmallos o con vertidos de lejía o cal viva; y sequías, inundaciones y riadas asociadas al cambio climático.

Exclusivo de la mitad norte de la península ibérica, Andorra y sur de Francia, en 2013 el desmán ibérico vivía en 7 áreas aisladas de 12 comunidades autónomas y fue incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría “En Peligro de Extinción” para las poblaciones del Sistema Central, y en la categoría “Vulnerable” para el resto de las poblaciones. Ahora no sabemos dónde vive y el MITECO ha propuesto incorporarlo a la lista española de especies “En Estado Crítico”, donde ya está el visón europeo.

MEDIDAS URGENTES DE RECUPERACIÓN

Hay un alto riesgo de que se extinga en la próxima década.

Para abordar medidas urgentes, en WWF organizamos unas jornadas con personas expertas donde se trataron distintos temas, como la destrucción y cambios en el hábitat que han producido una grave fragmentación, declive poblacional y extinciones locales. Asimismo, se analizó la endogamia, se puso en valor las translocaciones, los refuerzos poblacionales y un plan de cría en cautividad sin éxito, pero clave para revertir su situación a corto plazo. Y, por último, cómo seguir a la especie para conocer sus poblaciones y el éxito de las medidas tomadas, combinando el análisis de excrementos y nuevas técnicas como el estudio del ADN ambiental en muestras de agua.

Desde WWF pedimos al MITECO, a las comunidades autónomas y a las confederaciones hidrográficas donde habita, que pongan en marcha medidas urgentes para recuperar la especie. Debemos evitar la extinción de esta joya exclusiva de nuestros ríos y arroyos, no solo por su singularidad, sino también para seguir contando con su magnífico sistema de alerta temprana de calidad de nuestros cauces fluviales. Si hay desmanes habrá esperanza para los ríos.

© Jorge González Esteban