Seis años después de ser declarada especie “en situación crítica”, sigue siendo el carnívoro más amenazado de Europa y se acerca peligrosamente a la extinción. Según el último censo publicado por el MITECO en 2022, tan solo quedan 142 ejemplares.

Para la realización del censo se han colocado cerca de 4000 trampas de pelo en las áreas de distribución de la especie. Se trata de un método de monitoreo no invasivo que consiste en la colocación de tubos con tiras adhesivas en el interior y un cebo al fondo que atrae al visón que, al pasar por el tubo para llegar al cebo, deja algunos pelos pegados en las tiras, lo que permite identificarlos genéticamente. 

El visón europeo (Mustela lutreola) es un pequeño mustélido carnívoro y semiacuático, de medio metro de largo si incluimos su cola, que luce un hermoso pelaje marrón chocolate con unas características manchas blancas en la barbilla y a ambos lados del hocico. Solitario, territorial y de hábitos nocturnos, vive ligado a ríos, arroyos, canales y humedales, por lo que es un excelente indicador de la calidad ambiental de los hábitats acuáticos donde está presente. Su dieta principal consiste en ratas de agua, ratones, topillos, pequeñas aves, anfibios, peces, cangrejos e insectos. 

Su situación es realmente preocupante, dado que su población se ha reducido en un 90 % desde mediados del siglo XIX. Según la última evaluación de la UICN (2016), contaba con algunas pequeñas poblaciones aisladas en Rusia, Delta del Danubio (Rumanía y Ucrania), España, Francia y Estonia, donde hay una población reintroducida en una isla. Datos más recientes tenemos solo de España (2022) y se sospecha que la tendencia negativa ha reducido aún más los pequeños núcleos que quedaban.

Su principal amenaza es la expansión del visón americano, especie invasora introducida en Europa a través de granjas peleteras que, cuando se escapa, se reproduce y se expande en el medio natural, depredando las crías de visón europeo y compitiendo por los mismos recursos. La pérdida de hábitats agravada por la crisis climática es su otra gran amenaza. 

En WWF somos conscientes de que en España albergamos una de las últimas poblaciones de visón europeo y tenemos una gran responsabilidad en su conservación y por eso trabajamos con la especie desde 2017. Pero sabemos que hay que actuar con urgencia para lograr avances significativos y hemos decidido ir un paso más allá, para lo que hemos desarrollado un plan de emergencia y puesto en marcha nuestra propia campaña de comunicación. Además hemos pedido al MITECO que lidere este plan de emergencia en coordinación con las administraciones autonómicas en las que sobreviven los últimos 142 visones europeos.

Si hemos conseguido recuperar al lince ibérico en 25 años de trabajo, logrando que actualmente supere los 2000 ejemplares, seremos capaces también de recuperar al visón europeo, pero para ello necesitamos la colaboración de las administraciones y de todas las personas que quieran unirse a nuestra causa a través de la campaña Salvemos al visón.