Alarma: Grandes Incendios Forestales en primavera

Este año los GIF han comenzado antes, muy voraces y extremadamente rápidos.

© Shutterstock / Karl Hofman / WWF

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El intenso calor de mayo desplegó el mapa de riesgo extremo de incendios en gran parte de la península, ya han surgido los primeros 14 Grandes Incendios Forestales (GIF) cuando en esta época se sufren alrededor de 3, como el de Pinofranqueado en Cáceres con cerca de 11 000 hectáreas arrasadas, y ya han ardido más de 48 000 hectáreas en todo el territorio, más del doble de la media en los últimos 10 años.

Esta peligrosidad extrema de los incendios se debe en gran medida a la crisis climática, pero también a la intensa transformación del paisaje sufrida desde la segunda mitad del siglo pasado como consecuencia del abandono de usos y aprovechamientos en el medio rural.

Para encontrar soluciones y reducir el riesgo de incendios extremos, científicos y técnicos en extinción de incendios acudimos al Foro de Debate y Propuestas de Acción para la Gestión de los GIF en España, organizado por la Fundación Pau Costa, y acordamos señalar que debemos adaptar el territorio con paisajes vivos, diversos, resistentes y resilientes a los GIF.

Según nuestro último informe, Incendios extremos e inapagables. Propuestas para favorecer paisajes vivos, diversos, resistentes y resilientes, es urgente aprobar y desarrollar una Estrategia Estatal de Prevención Integral de Incendios Forestales que impulse la prevención de incendios a escala paisaje, señale las zonas de alto riego, reduzca la siniestralidad e impunidad, combata el cambio climático y promueva el desarrollo rural, aprobando la esperada Estrategia Estatal de Ganadería Extensiva.

En el informe repasamos cuál es el problema de los incendios forestales, las causas que nos han llevado hasta esta situación límite y las soluciones consensuadas por la Comunidad de Incendios en el Foro de debate y propuestas de acción para la gestión de los grandes incendios forestales en España. El documento concluye con las peticiones políticas de WWF España para acelerar el cambio de paradigma: pasar de un modelo que prioriza las inversiones en avanzados dispositivos de extinción e ignora los efectos de la crisis climática y la acumulación de combustibles a otro que apuesta por promover paisajes rentables y menos inflamables.