Avances importantes en la protección de las especies silvestres

Se protegen rayas y tiburones, entre otras especies.

© Mark Carwardine / naturepl.com

Imagen de portada

CITES es un acuerdo internacional que regula el comercio internacional de fauna y flora silvestres, y cada 2 o 3 años los representantes de las partes (actualmente 183 países y la UE) se reúnen para revisar su aplicación y debatir nuevas propuestas.

La última conferencia CITES (COP19) celebrada este mes de noviembre en Panamá aprobó 46 de las 52 propuestas presentadas, logrando reforzar la protección, mediante la regulación del comercio internacional, de más de 500 nuevas especies de tiburones, lagartijas, tortugas, peces, aves y anfibios, entre otros, y más de un centenar de especies de árboles.

Si tuviéramos que destacar algún logro conseguido en este encuentro mundial sería, sin duda, la nueva protección de los tiburones y rayas. Este grupo de especies estaba sometido hasta ahora a una enorme presión debido al comercio no regulado, y en ocasiones insostenible, de sus aletas y su carne, y tan solo un 20% de las especies estaban protegidas por el Convenio CITES. En Panamá, cuatro propuestas que afectan a un total de 104 especies de tiburones y rayas han sido adoptadas oficialmente, lo que se traduce en un importantísimo éxito de conservación, ya que el 90% de estas especies que se comercializan a nivel internacional pasan a estar reguladas mediante CITES y, por tanto, solo podrán comercializarse si sus poblaciones no se ven afectadas negativamente como resultado de su comercio. A partir de ahora, cada país tiene que elaborar dictámenes de extracción no perjudicial y evaluar el estado de las poblaciones de estas especies, garantizando que su comercio sea sostenible. Entre las nuevas especies incluidas en el Apéndice II de CITES se encuentran 54 especies de tiburones réquiem, 6 de tiburones martillo y 37 de peces guitarra.

Otro hito a destacar es que se incluyó en el Apéndice II a las ranas cristal y las ranas lémur, muy demandas por los coleccionistas de mascotas exóticas. Según la UICN, el 50% de las especies de rana cristal evaluadas por la Lista Roja están amenazadas, por lo que esta medida es fundamental para evitar que siga aumentando el número de especies en peligro.

Asimismo, más de 140 especies de árboles tropicales se han incluido en el Apéndice II de la Convención, por lo que a partir de ahora solo se podrán exportar si su madera está certificada como legal y sostenible. Sin embargo se ha decidido retrasar dos años la aplicación de algunas decisiones, lo que puede ser preocupante al menos para dos especies de árboles cuya madera está muy demandada, el cumaru y el ipé, ya que se abre una ventana temporal para su sobreexplotación.

Por otro lado, nos habría gustado que las amenazas de la caza furtiva y del comercio ilegal a las que se enfrentan los tigres hubiesen recibido mayor atención y prioridad en esta conferencia de CITES. Se necesitan acciones urgentes y específicas para mejorar la aplicación de las leyes y reducir la demanda de partes de tigre en los países consumidores, pero los esfuerzos para proteger a estos felinos se están llevando a cabo a un ritmo demasiado lento.

En general, a pesar de las oportunidades perdidas, hacemos un balance positivo de esta reunión internacional. Además de la protección de más de 600 especies de flora y fauna, se han adoptado medidas de gran importancia, como la adopción de un nuevo reglamento sobre el comercio de aves cantoras tropicales o la aprobación de una resolución en la que se reconoce la importancia de garantizar la incorporación de la perspectiva de género y la igualdad en la Convención CITES. Los acuerdos alcanzados para tiburones y rayas nos dan fuerzas para seguir luchando en la conservación de otras especies amenazadas que también son objeto de comercio insostenible y sobreexplotación.