A principios de julio, el Parlamento Europeo desoyó al cerca de medio millón de personas de toda Europa que pedían a sus diputados rechazar el “lavado verde” de la taxonomía de la Unión Europea. Al igual que la Comisión y el Consejo, los eurodiputados respaldaron un paquete de normas de financiación sostenible que canalizarán miles de millones de euros hacia actividades que acelerarán el cambio climático. La nueva legislación otorga al gas y a la energía nuclear una etiqueta “verde”, a pesar de las elevadas emisiones del gas y de los residuos radiactivos de la energía nuclear.
Como explica Mar Asunción, nuestra responsable del Programa de Clima y Energía, el gas y la energía nuclear no son sostenibles y etiquetarlos como tal es un flagrante lavado verde. Esta decisión perjudica al clima y a las generaciones futuras. Los lobbies del gas y la energía nuclear se han llevado el “premio gordo”, permitiendo desviar miles de millones de inversiones que son muy necesarias para garantizar la transición climática. Por eso, en WWF no descansaremos hasta lograr una taxonomía verde.