Continúa la incertidumbre en el Mar Menor
© Javier Murcia / WWF-ANSE
Se cumplen seis años del primer episodio de la llamada sopa verde y el Mar Menor continúa en estado muy frágil. El 27 de mayo de 2016, WWF denunciábamos junto a ANSE la masiva proliferación de algas que asfixió, literalmente, el 80 % de la laguna. Lo hacíamos en un vídeo que mostraba cómo el Mar Menor se había convertido en una gran sopa verde.
Era la primera vez que se visibilizaba un problema que habíamos denunciado durante mucho tiempo las ONG ecologistas y las instituciones científicas. Las razones de este colapso son varias, todas relacionadas con la actividad humana: urbanismo, turismo, puertos deportivos, el trasvase del Tajo y, sobre todo, el cambio sin ningún tipo de control en el modelo de producción agrícola en el Campo de Cartagena. Cada segundo siguen llegando 650 litros de agua cargada de fertilizantes al Mar Menor, durante las lluvias de mayo hubo semanas con picos de hasta 1.000 litros, que continúan poniendo en riesgo cualquier esperanza para su biodiversidad.
Así que el futuro de la mayor laguna salada de Europa sigue siendo una incertidumbre. En esto seis años el Gobierno de la Región de Murcia no ha tomado acciones eficaces para evitar el continuo deterioro de la laguna costera a pesar de la alarma social generada desde entonces y de los episodios de falta de oxígeno y mortandad masiva de animales registrados en 2019 y 2021. Solo el año pasado se saldó con la recogida de 15 toneladas de algas y animales muertos.
Por eso, seguimos demandando actuaciones urgentes para la recuperación del Mar Menor, como eliminar la superficie de regadío ilegal y transformar los cultivos intensivos del entorno hacia modos de producción compatibles con la conservación de la laguna, instalar filtros verdes, naturalizar grandes superficies en el entorno y garantizar vertidos contaminantes cero a la laguna. En este tiempo la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha desconectado y precintado captaciones o pozos ilegales en casi 1.200 hectáreas de regadío y reconoce la existencia de unas 8.500 ha sin derechos de agua, pero seguimos a la espera de que el Gobierno de la Región de Murcia proceda al desmantelamiento de dichas infraestructuras. Os seguiremos contando las novedades al respecto.