Fin a la mina de uranio

Definitivamente no habrá mina de uranio en El Retortillo.

© Juan Carlos del Olmo / WWF España

Imagen de portada

El pasado 26 de noviembre llegó la orden definitiva para acabar con la amenaza de la mina de uranio de El Retortillo, en plena dehesa salmantina. La Subdirección General de Energía Nuclear, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, denegaba a la empresa australiana Berkeley la autorización para construir la mayor mina de uranio a cielo abierto en Europa. Estábamos esperando esta orden desde que el pasado 12 de julio el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) afirmó que existe un alto riesgo de contaminación radioactiva del acuífero y, por tanto, la explotación es peligrosa.

Acaba así una larguísima historia que comenzó cuando la minera australiana eligió una dehesa de gran valor ambiental en Salamanca, protegida por la Directiva Hábitat y con especies endémicas y protegidas, como el pez sarda salmantina. Desde un principio, junto a la plataforma Stop Uranio, denunciamos las graves irregularidades del proyecto y la fuerte oposición social.

Ya hace unos meses, la Ley de Cambio Climático incluyó una enmienda para no admitir nuevas solicitudes de concesiones y permisos de explotaciones de recursos radioactivos, así como instalaciones para el procesamiento de estos minerales, pero la orden de la Subdirección General de Energía Nuclear supone la mejor noticia para el medio ambiente y los habitantes de la zona que se oponían a la mina.

Como huella de su paso queda un enorme movimiento de tierras, 2.000 encinas arrancadas y una gran cohesión social frente a esta amenaza. Esperamos que Berkeley responda por el gran daño ambiental causado.