Lo que ocurra en las urnas durante las próximas elecciones europeas del 9 de junio será clave para la ciudadanía de nuestro país. Cabe recordar que hasta el 80 % de la legislación española tiene su origen en normativas europeas. 

Además, los comicios tendrán lugar este año en un contexto político cada vez más complejo. De hecho, observamos con preocupación un grave retroceso en las políticas ambientales mientras escuchamos voces que se alzan contra el Pacto Verde Europeo. La propuesta de reducir la protección del lobo, el rechazo a una nueva normativa sobre plaguicidas, la paralización de la norma sobre sistemas alimentarios sostenibles o las dificultades para aprobar la ley sobre restauración de la naturaleza, son solo algunas de las evidencias.

En estos momentos, algunos partidos políticos se están posicionando ya en contra de la transición verde, aprovechando el descontento de ciertos sectores y culpando a Europa de todos sus problemas, al tiempo que apuntan a supuestos excesos de normativa y burocracia. 

Por lo tanto, el Pacto Verde y, en cierta manera, el propio futuro de la Unión Europea, están en peligro si permitimos que el Parlamento Europeo se configure con una nueva mayoría en la que los partidos antieuropeístas y negacionistas del cambio climático lleven la voz cantante.

Por eso, en WWF estamos trabajando al unísono con el resto de países europeos para concienciar a los votantes sobre la importancia de estas elecciones, no solo por lo que representan, sino también por el momento decisivo en el que se celebran.